Mujer en lo oscuro
Emperatriz de un imperio olvidado y reina de muchos de mis sueños. Estás coronada por tus decenas de éxitos, tus virtudes y tus amistades. Te volviste inalcanzable y como a otros antes, me expulsaste cruelmente de tu vida. Las distancias se miden por tiempo y nosotros no nos volvimos a ver. Un desierto de miradas y llamadas colmó nuestras vidas. Pero todo pasa, sanadas las heridas están, hay dos o tres cartas sin entregar. Espero que en la inquebrantable seguridad de tu mundo encuentres este libro. Espero que entre los garabatos de este poema, me vislumbres, para comenzar a recordarme.