Frente a la puerta
Tras el cristal se difuminan las imágenes, entre ellas tu figura que se despide con una sonrisa que me miente. Se pierden el rojo y el naranja y el reflejo de mi cara, entre las ofertas pasajeras. ¿Es necesario indicar el número de tu nombre? Los finales se cimientan en los principios, entonces es normal que los recordemos. ¿Será esta historia la única de su tipo? Solo soy uno más bajo la luna. Se pasará la zozobra, quedarán los retratos en el fondo de alguna caja y moriremos ahogados en la rutina.