Amnesia
Yo que pensé que no iba a olvidarte nunca, ahora no recuerdo por qué te olvidé. Quizá porque las lágrimas llegaron al mar y se perdieron en su vastedad infinita. Tal vez porque de todos los sueños que tuvimos, sólo se cumplió el de la despedida. Ahora nuestra compleja realidad es pretérita y tenemos en común un saludo, una sonrisa. Así se resume todo, cuando en unos años nos crucemos y luego de saludarte me pregunten por ti, seguramente diré `alguien que en algún momento amé`.