Esos versos
Los versos se caen de las manos que son capaces de invocar los pensamientos y casi siempre son para una estrella. O para una rosa, algunos tenemos debilidades estilísticas e intereses que nos eclipsan, Pero a veces la realidad se traga las palabras y los hechos, ese viento de la vida, nos derrumban el castillo de cartas. Entonces se cumple la profecía de Borges y aquellos elegíos a rasgos y detalles se vuelven penosas elegías. ¿Qué verdad nos espera detrás de cada día o a la vuelta de cada minuto? ¿Qué sueño guiará nuestros futuros pasos? ¿Qué labios robarán nuestras sonrisas mañana cuando ya no hayan lágrimas en las mejillas? Uno solo es el que sabe, pero a veces sus caminos son inescrutables .