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Mostrando entradas de marzo, 2010

Nombre Secreto

Compondrán mis versos, al final, las líneas de tu rostro, de esa máscara que te cubre. Mas no puedes sentirte orgullosa por eso, ni menos aun inmortal. Pues vivirás por siempre en mi memoria y nunca morirás para mí, pero cuando yo muera nada quedará de mi memoria, como tampoco de la del resto de los hombres. Y será entonces como los árabes recitan en sus proverbios y la pobre tinta me sobrevivirá y lo que escriba con ella. Quizá yo haya escrito algo que me justifique, algo que me sobreviva y seré, mientras los hombres caminen por la tierra (y sean capaces de leer) inmortal, pues viviré en ellos. Pero tú, en cambio, sucumbirás conmigo y tu nombre solo será otro secreto, como la protección que cubría a esa antigua ciudad que hoy conocemos como Roma. Acaso seré otro Rómulo, acaso tendré tu nombre conmigo en mi lecho mortal.

Perdiciones

Cruel atino de mi destino, que con venturoso castigo, condena, irremediable, mi camino aún no recorrido. Solo me queda aquella tarde soleada, el cantar de las aves, el desierto inexpugnable de tu mirada. Son ventanas escurridizas, mentiras pasajeras, las que me consuelan. Es la imaginación la que te sostiene con vida en mi universo, pues ya has muerto para mí. Ahora puedo comprenderte, ahora entiendo tu proceder. Cruel la vaga erudición con la que cuento, traicionera, que me aparte de quienes quiero. Un mundo distinto me aguarda, un mundo irreal, donde todo es imposible. Ya no sé, ni quiero, medir el tiempo. Solo quiero, y eso lo sé, volver a ti.

La tormenta llama a la puerta

Se sienten ruidos detrás de mi puerta, debe ser la tormenta que tiene la gentileza de avisar su llegada. Las nubes del cielo nos ocultan el sol, pero yo sé que sigue allí. El insomnio atenta contra mis ganas de dejar de pensar, pero no sabotea mi deseo de mañana volver a luchar. La verdad puede ser una cruel mentira, o tal vez la mentira somos nosotros. Ya se forjo la espada que reclamará mi nombre. Es comprensible el miedo a lo desconocido. Viven en nuestras mentes varias dudas. Quien no duda, no piensa y quien no piensa, no existe. Hay un nombre que me duele. Todavía espero una sonrisa. El muro es demasiado alto, mejor retrocede. No es de cobarde huir, solo de personas deshonrosas. Si te sabes derrotado, no luches, las batallas se ganan y se pierden antes de comenzar. El fin llega cuando tomas los dados. Mañana me olvidaré de alguien. La sentencia del profeta solo se cumplirá si nosotros seguimos el camino que creemos diseñado por nosotros. El amor verdadero vuela como una mariposa.

Qué piensas, Silencio

¿Qué pensará el Silencio que calla y no me dice nada? Tal vez busque palabras exactas para definirme la Verdad. Puede que esté meditando y solo hable en el final. Quizá intenta demostrarme, con su silencio, que está conmigo. Gusto de pensar que desea consolarme por mis fracasos, mis malos emprendimientos, las derrotas de último minuto, por el terror, por la esperanza, por esa mujer que no me quiso. Lo haría diciéndome que soy mejor que los otros, que todo estará bien. A caso me consuele diciendo que la primavera es precedida por el frío invierno. Cierto es que lo envidio y me compadezco de él. Estará solo con la Obscuridad en el final de los tiempos. Pobre e ingenuo mi consuelo, no me sirve, pues yo ya estoy solo hoy.

Hacer un regalo

No es sencillo hacer un regalo. No hablo de regalar cualquier cosa, hablo de hacer un regalo como se debe. Para llevar a cabo esta cruzada, a veces utópica, es necesario tener en cuenta algunas cuestiones. Primero es esencial saber escuchar. Siempre hablamos del regalo como algo importante, para quedar bien y que la persona que lo recibe nos recuerde a la hora de verlo o usarlo. Si usted no tiene ninguna de las intenciones anteriores deje de leer este tutorial. Reitero la importancia de escuchar. Uno puede enterarse de muchas cosas si escucha. A veces las personas hacen un pequeño bosquejo de sí mismas cuando hablan. Es importante observar. Los colores nos dicen qué siente una persona. Cómo se viste, cómo camina, la forma de mover sus manos. Estos gestos y gustos gritan. Una vez hecho esto, lleva tiempo, no es de un día para otro, ya podemos hacernos una imagen mental más o menos digna de esa persona. El siguiente paso es intentar pensar como ella. Mirar por sus ojos, sentir por sus ma

Secar una Rosa

Puede que en algún momento sientas la necesidad de secar una rosa. No te culpo, suele pasar. A veces uno se enamora de una rosa e intenta, inútilmente, congelarla para siempre, sin cambios, como un eco que se graba y se repite, infinito. No. Son falsas fantasías. En cambio, sí se puede conservar parte de su belleza, el aura de esa belleza. Lo sé, pero nada es perfecto. Conozco algunas formas, métodos, que intentaré detallar a continuación. Escribir un poema puede resultar. Hay, irremediablemente, dos cuestiones para considerar. La primera es que tarde o temprano, en general más temprano que tarde, el poema se volverá una elegía. La segunda es que uno nunca tiene más que un poema. No es poco, no digo eso, pero solo son caracteres abstractos en un papel que por la coordinación de un grupo de personas tienen sentido, para ese grupo de personas. La segunda es mucho más pragmática. Uno toma la rosa en cuestión y la introduce dentro de un libro o utiliza hojas de diario viejo, el de ayer qui

Desengaño y de vuelta a engañar

En la vida real, al besar un sapo, no se puede esperar que suceda absolutamente nada. Por supuesto que la idea de que algo contrario ocurra es resultado de un cuento educativo que en la actualidad no tiene mucho valor. En el, una jovencita conocía a un sapo, se enamoraba y una vez besado el sapo volvía a su forma original, la de un príncipe. Claro que la versión original, con el fiel Enrique, era un tanto distinta, pero los cuentistas posteriores consideraron útiles otras alegorías, quizá previendo con tino el futuro. La idea es que la belleza está más allá de la forma física y que ser un sapo no impide que alguien se pueda enamorar de él. Claro está, que como toda metáfora no puede tomarse al pie de la letra mas sí como ejemplo o enseñanza. Las décadas completaron siglos y en la actualidad el cuento no tiene sentido o razón de ser. En este tiempo pocas cosas importan más que la imagen o que la juventud y a su vez la capacidad de abstracción, que podría dar origen a un entendimiento

Amiga mía

Somos el silencio, la sombra, la nada personificada. Somos el vacío y el vicio, lo que no decimos, lo que ocultamos, somas la culpa y lo odiado. Pero no es esto todo lo que somos. También somos el ruido, el murmullo, la luz y el todo personificado. Somos la virtud y la nobleza, el altruismo y lo amado. Nos parecemos a Jano, miramos al alba y el ocaso. Todo es dual. Por eso siento que una parte de mi la respeta, pero la otra, aquella que se oculta en las sombras para no tener que decir lo que siente, simplemente la ama, amiga mía.