Límites de comunicación
En las estructuras de nuestra mente muchas veces se nos escapa la realidad. Hay fisuras en las figuras que prefijamos para simplificar el mundo y el universo. Mi imaginación es incapaz de escapar a las palabras, medio y forma de este mensaje. Esas barreras nos ahorran vivir en la penumbra a cambio de una tenue existencia. La flor, siempre será la flor más allá de sus centenares de variantes. El hombre, será siempre el hombre, aunque haya miles de millones distintos e incluso se pueda hablar del Hombre. Esos límites nos permiten comunicarnos para entendernos más o menos todos. Aunque es posible que muchas veces se escapen las metáforas y las alegoría. Por muy burdas o por muy complejas. Y decir rosa de sangre, complique el entendimiento de algún vago mensaje. A su vez, el límite natural de una palabra y el valor consuetudinario de la misma dificultan la situación. ¿Qué se puede entender