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Mostrando entradas de enero, 2012

Ciclos

Se escapó de uno de tus ojos, que son como mundos perdidos, paraísos perdidos, hace tiempo. La vi bajar sin peajes por tu mejilla, pasar sin escándalo por la comisura de tu boca y caer al suelo. Iluso de mí, al pensar que allí terminó su viaje. Algún trapo viejo la limpió, pero no para quitarle la vida, sino para transportarla a otro destino. Por alguna cañería se mezcló con desechos menos nobles de nuestra humanidad. Llegó al mar, que es un infinito limitado, para descansar entre otras sales. Pero el sol así no lo quiso, y con sus rayos la evaporó. La tormenta la depositó en un campo lejano alimento de plantas o animales. Mañana quizá esté en el plato de cualquiera para luego ser llorada una vez más. Esperemos que esa vez sea de felicidad, así su existencia estará justificada.

Planes frustrados

Cuando algo comienza, independientemente de lo que sea, la mitad de las posibilidades, al menos, está en contra de su realización. Algunas, incluso, están desde el inicio destinadas a terminar. Como los sueños, la vida, y esa extravagante melodía que tiene armonía solo cuando nadie la escucha. Ayer el amor se nos escapó de las manos para corretear libremente en nuevos campos fértiles. Tendrás en breve nuevos compañeros que endulzaran tus oídos y tus labios. Habrá, quizá y con suerte, nuevos balcones bajo la luna que albergarán mis renovadas esperanzas. El pasado es esa nostalgia, ese recuerdo difuso y a veces mentiroso, que nos acompaña y define, pero que hemos perdido y por eso es nuestro. El futuro es insalvable, utópico y falaz, un tiempo en el que nunca vamos a vivir realmente, más allá de que lo añoremos o imaginemos que va a manifestarse como queremos. Pero el humilde presente, el hoy, lo único palpable, no nos enfrenta, no nos cruza, el pobre no nos ha entendido. Un abismo crece

Motivo secreto

Se esconde en algún recóndito lugar de mis sueños el hermético motivo de mi perseverancia. Un día de lluvia, enemigos por todas partes. Ninguna alternativa de escape. Una única posibilidad: luchar hasta el final y el milagro. La tarde otoñal que nos rodea lento y nos asfixia en un desesperado grito de vida previo al fatal invierno pero con la esperanza de la no tan lejana primavera. El ocaso de la rosa que pierde sus pétalos inexorablemente en la tibieza de una tarde que no se conmueve por ella, pero no sabe que muere y la ignorancia es su consuelo. Un juguete roto en el fondo de un cajón, olvidado por las sombras y los dedos, que recuerda el día previo a su ruptura y sonríe. Esas situaciones no me entienden, pero sus protagonistas sí.

Obstáculos naturales

Las palabras solo vienen a cuento cuando estamos lejos, cerca tienen un valor escaso. Las distancias no se miden solo en metros o kilómetros, también en horas y días. El tiempo me separa de algunos libros, viejos y nuevos, que tal vez no escriba nunca. Me separa de personas que fueron parte de mi historia, que fueron importantes y se fueron. En cambio, la posición geográfica se ha transformado en una cordillera que anhelo cruzar. Pero está nevando y el frío se hace insoportable...