El rey ha muerto
Suenan las campanas de la torre más alta, pero por ningún lado se ven enemigos. El rey ha muerto, comienzan los murmullos y los lamentos. Para más de uno es una sorpresa, porque se lo veía sano y luchador, pero el rey ha muerto. Las danzas se suspenden, los festejos se cancelan, los niños se acuestan temprano y sus padres conversan en voz baja. La sucesión al trono desangrará regiones enteras y algunas madres despedirán por última vez a sus hijos. Pero nada de eso importa ya en el frío lecho del monarca muerto, porque a la muerte tampoco le importó su majestad. Un gato persigue su sombra y no se sorprende con los soldados en las callejuelas o la amenaza de tormenta. El rey ha muerto, aceptan todos con melancolía. ¡Larga vida al rey!