Flor griega

Dulce muchacha
que escuchas música
y posas de espalda.
Tanto me gustaría conocerte.

Hay quienes dicen
que hasta que no se elige
todo es posible,

pero es un sacrilegio acercarme
y el paso del tiempo
transforma tu imagen en utopía.

Una sola sonrisa,
una mirada incitante,
una palabra de cortesía,
mataría por esos dones.

Pero no me atrevo
y tú nunca te das vuelta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Impresiones

Asedio en mis sueños

Realidades