Autómata (II)

Antes del alba vislumbré,
entre sueños,
el paraíso
pero no era un lugar.

El autómata ya camina,
lento y hasta dubitativo,
pero avanza.

Exige de mí mucho tiempo y dedicación,
casi como una pareja
o un hijo pequeño.

No hace las cosas rápido
y no puedo abandonarlo
porque es un peligro.

Mi intención inicial
era delegarle tareas menores,
pero seguramente
tarde mucho en llegar a eso.

Pero hay algo en él
que me recuerda a mí,
todavía no lo distingo.

Al fin de cuentas,
mi fuego lo creó
y como tantas otras cosas
tiene algo que era mío

y ahora perdí.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Impresiones

Asedio en mis sueños

Realidades